domingo, 27 de abril de 2008

Terapias alternativas: Lucrando con las emociones

Desesperación, esperanza, fe, angustia, muchos practicantes de terapias alternativas se aprovechan de estas y otras emociones para prometer curas milagrosas para las cuales no poseen evidencia alguna y cobrarnos por ellas. Muchos se toman esto a la ligera, considerándolo una cuestión de fe o de elección, de hecho este ha sido uno de los errores más grandes de la comunidad científicamente educada: creer que las terapias alternativas son tonteritas inocuas. Yo creo que es una cuestión de información, de acceso al conocimiento (y esto no es exclusivo de las terapias alternativas, pasa en todo nivel de cosas) y que debería tomarse muy en serio.

Tomemos por ejemplo, el caso de la homeopatía. ¿Cuánta gente sabe de qué se trata exactamente?, ¿Cuántos han comprado remedios homeopáticos en alguna farmacia KNOP sin tener la más mínima idea de cómo se supone que funcionan? Muy pocos saben que la mayoría de los remedios homeopáticos están tan diluidos que son indistinguibles químicamente del agua o el alcohol puros. Aún menos saben que el concepto de la “memoria del agua” en el que los homeópatas basan sus argumentos fue refutado espectacularmente en los años 90´ en la revista científica Nature, y ha sido refutado varias veces desde entonces en distintas investigaciones. Además los remedios homeopáticos han sido probados incontables veces en estudios científicos y la evidencia es que no funcionan mejor que un placebo: la homeopatía es charlatanería, o en el mejor de los casos terapia de placebo, sin embargo es un negocio que mueve miles de millones de dólares al año en el mundo. Aunque se debe reconocer la homeopatía es más bien inocua pues la mayoría de los homeópatas son suficientemente cautos y responsables como para no tratar de curar enfermedades graves con homeopatía, este hecho no hace menos evidente la verdad del negocio homeopático: vender agua, alcohol y azúcar a precio de oro.



Aún así, hay gente que continúa depositando su fe en la homeopatía (y un montón de otras terapias) porque a ellos les funciona. Las razones de porqué las terapias alternativas son percibidas como que funcionan en muchas ocasiones son variadas, pueden ver un buen resumen en este artículo que publiqué hace poco. Una de las más interesantes es el sesgo de confirmación, que nos lleva a recordar aquellas oportunidades en que la terapia funcionó y olvidar aquellas en que no funcionó, esto se aplica tanto a pacientes como terapeutas y es la razón por la cual muchos terapeutas reportan efectos “maravillosos” y eficacias del 99%, simplemente porque ignoran todas las veces que han fallado, es como los que dicen que “siempre ganan” en las máquinas tragamonedas. Otras efectos sobre los que pueden leer en el artículo que cito incluyen el efecto placebo, la relación positiva con el terapeuta, la remisión temporal de enfermedades y la falacia post hoc. Esta última también es muy común y se refiere a que si algo sucede después de hacer algo, no significa que lo segundo fue consecuencia de lo primero: en otras palabras que el resfrío desapareció después de tomarse los globulitos de KNOP no significa que los globulitos fueron la causa de la desaparición de los síntomas.



Es cierto que hay un elemento en particular que es muy positivo en las terapias alternativas, que es la profundidad y cercanía de la relación terapeuta-paciente, algo de lo que podría aprender mucho la medicina alópata. Pero la medicina alópata no receta remedios que según la evidencia disponible no funcionan, y se si equivoca está abierta al escrutinio de la sociedad en general y de comunidad científica en particular. Además la ciencia médica se actualiza y progresa todo el tiempo buscando nuevas drogas y tratamientos que funcionen mejor y desechando aquellos que tienen poca efectividad o demasiados efectos secundarios.



Personalmente creo que una de las causas más profundas de la credulidad de la gente es el analfabetismo científico: la falta de conocimientos mínimos sobre ciencias básicas, a esto se suma la actitud defensiva hacia el mundo de la ciencia que muchas veces llega a ser odiosa. Voy a tomar como ejemplo el Biomagnetismo Médico, pues es una de las terapias que he estudiado más de cerca:



Hace un tiempo publiqué un artículo refutando (a través de la presentación de evidencia detallada y debidamente referenciada) una serie de afirmaciones pseudocientíficas que los biomagnetistas hacen frecuentemente. Muchos lectores reaccionaron indignados a mi falta de tacto, en mi blog me llamaron desequilibrado físico y mental, y me recomendaron “informarme mejor”. Pocos se indignaron frente a la increíble cantidad de mentiras en que se basa el biomagnetismo. Creo que la razón es justamente la falta de educación básica en ciencias y en cómo pensar críticamente, muy pocos por ejemplo no entienden realmente qué es el pH y su relación con los microorganismos, menos aún saben cómo buscar información y cómo distinguir ciencia de pseudociencia, por lo tanto es muy fácil para un biomagnetista convencer a alguien de que cambiando el pH con unos imanes va a “eliminar virus, hongos, bacterias y parásitos”, aunque creo que la gran mayoría de los biomagnetistas tiene buenas intenciones y son víctimas de su propia ignorancia y/o delirio.



Todo esto es parte de un problema mucho más profundo: los medios, la literatura popular y el cine nos bombardean constantemente con información falsa o incompleta (lo que no es necesariamente malo si la gente estuviera mejor educada para distinguir entre fantasía y realidad). Esa información se enraíza fácilmente en nuestras mentes desde pequeños y ayuda grandemente a alimentar errores y leyendas urbanas. Quién no ha creído alguna vez que el agua del baño gira para el otro lado en el hemisferio norte cuando en realidad el efecto de Coriolis no funciona a ese nivel. Sin embargo ahí tenemos un episodio de los Simpsons perpetuando el mito. Ejemplos hay cientos: la cara de Marte no es una estructura alienígena es una montaña; el fantasma de la película 3 Niños y un Bebé es un mono de cartón; la muralla China no es visible desde la Luna; el lado oscuro de la Luna no está en oscuridad perpetua, solamente no es visible desde la Tierra; no existen partes específicas donde se detecten los sabores en la lengua; no usamos sólo un 10% de nuestro cerebro, lo usamos completo; las uñas y el pelo no siguen creciendo después de que una persona muere; tocar a una rana no causa verrugas; los Lemmings no se suicidan en masa; No descendemos de los monos (compartimos un ancestro común con ellos). La lista es larga, pregúntese lectores míos, cuántos de nosotros hemos alguna vez tomado esas leyendas como hechos probados.



De la misma manera la (in)cultura popular nos ha llevado a creer que la telepatía es fisiológicamente posible, que se puede adivinar el futuro, que los sahumerios curan enfermedades, que Uri Geller dobla cucharas con la mente, que el monstruo del lago Ness, el Yeti y Pie grande son reales, que los OVNIS no son Objetos Voladores no Identificados sino naves espaciales de seres que, ¡Oh coincidencia!, son igualitos a los descritos por HG Wells en el siglo XIX, que nos pueden hacer daño con el “mal de ojo”, que leer el horóscopo nos ayudará a tomar decisiones, que tomar 2 litros de agua al día es beneficioso (independiente de cuanto sudemos), que uno se puede “sanar a sí mismo” con sólo pensarlo, que el qi (chi) existe, que la homeopatía funciona, que el biomagnetismo es ciencia, que las serpientes hablan, que los muertos resucitan, que las pirámides fueron construidas por extraterrestres, etc.



Hay una tremenda lista de mitos sin fundamento que se han tomado como ciertos a lo largo de la historia, y todos nosotros creemos o hemos creído alguna vez en por lo menos unos cuantos, si no todos. El mundo de los terapeutas alternativos está plagado de estos mitos, la gran mayoría derivados de la Nueva Era (Oscura): ellos leen a Deepak Chopra y Brian Weiss, ven películas como What the bleep do we know? y The Secret, “toman mucha agua”, dicen ver auras a través de la fotografía Kirlian, culpan a los enfermos por su enfermedad basados en las enseñanzas del paranoico antisemita alemán Ryke Geerd Hamer, tienen de ídolo a Maharishi Maharesh, creen que los pensamientos afectan la estructura de los cristales de agua de acuerdo a las enseñanzas del charlatán japonés Masaru Emoto, etc. Es una larga sub-lista de mitos “místicos”, “esotéricos” u “holísticos” que usan para vender sus servicios.



Pero no sería nada que se remitieran a predicar sobre materias filosóficas y místicas, sobre las cuales no hay manera de estar seguro y después de todo corresponde a cada uno decidir si creer o no, autores como Deepak Chopra y películas cómo What the bleep do we know? han hecho pretensiosas y falsas conexiones entre la mecánica quántica desarrollando el concepto de que “creamos nuestra propia realidad” (misticismo quántico). No, no que percibimos la realidad de manera distinta y subjetiva, pero que literalmente creamos nuestra propia realidad, o sea si tenemos un tumor en el cerebro, por ejemplo, y pensamos con suficiente intensidad y fe que va a desaparecer, este desaparecería. Muy similar a la peligrosa filosofía del Dr Hamer, pero con un retoque quántico. De la misma manera los síquicos hablan de “energías” que nadie puede detectar y los biomagnetistas hablan de cambiar el pH y destruir micoorganismos con imanes, hecho que ningún científico ha comprobado. Es ahí donde el misticismo se transforma en pseudociencia, en engaño, en estafa. Porque las sanaciones de chakras, las lecturas de aura, el cupping, la acupuntura y las sesiones de biomagnetismo no son gratis, el mercado de las terapias alternativas mueve miles de millones de dólares al año en el mundo.



Aquí es donde los apologistas de la charlatanería salen con que la medicina basada en la evidencia (o alopática) hace lo mismo. Lucra con las emociones de la misma manera que las terapias alternativas, lo que por supuesto no es cierto, porque un médico decente no ofrece falsas esperanzas, no promete curas milagrosas y no le echa la culpa al pacinte por la enfermedad. Además, si un doctor hace mal una cirugía por ejemplo, y deja una tijera metida dentro de un paciente, se le puede denunciar legalmente por negligencia médica y en sistemas más justos y democráticos que el chileno sacarle millones de dólares por su error. ¿Pero qué pasa con los familiares de las personas quemadas vivas en un sahumerio que supuestamente curaría la diabetes? ¿O con el enfermo de cáncer que muere debido a que su terapeuta le recomendó dejar la quimioterapia? ¿O a la persona que se intoxicó con los residuos químicos en la preparación chanta de cartílago de tiburón?



Por su puesto, quedan indefensos, pero esto de a poco va cambiando, En Inglaterra, la semana pasada se anunció que se discutirá en el parlamento Inglés una ley (originada de una directiva de la Unión Europea) que permitirá exigir a síquicos, astrólogos y místicos de todo tipo que muestren pruebas de que sus servicios funcionan, como cualquier otro servicio comercial. Si la ley se aprueba marcará el comienzo del fin de la Nueva Era Oscura en Inglaterra y eventualmente en toda Europa. Al menos no podrán hacer afirmaciones de efectividad del x% o de estar “aprobados científicamente”. Tendrán que mostrarse como las religiones postmodernas que son para sobrevivir, por lo que no podrán cobrar por sus servicios si estos no funcionan (a no ser por supuesto que sigan el camino negro de la Cientología).



Pero en Chile estamos a años luz de tal desarrollo; capaz que hasta suframos una invasión de brujos europeos, buscando un país donde se trata a los brujos con mano de guagua. La televisión matinal está plagada de brujos, astrólogos y curanderos de todo tipo; reiki, acupuntura, biomagnetismo sintergética y otras pomadas se ofrecen en algunos hospitales públicos y son incluso practicadas por médicos, hasta los supuestos programas culturales como Enlaces le dan tribuna a las pomadas curalotodo. Y los aprovechadores de siempre creen que es bueno. Lo celebran y se llenan los bolsillos con la bonanza mística, lucrando con las emociones del ciudadano común.



Por lo menos hay unos pocos que pensamos distinto y aunque nos tachen de “cerrados de mente” no babeamos estúpidamente frente a los trucos de magia de los nuevos charlatanes.



"Quien no razona, es un fanático; quien no puede, es un tonto; quien no se atreve, es un esclavo."
- William Drummond

11 comentarios:

Unknown dijo...

LA CARA DE LA CIENCIA CAMBIA.

TEXTO DEL PRESTIGIOSO MÉDICO JORGE CARVAJAL POSADA

El cuento de una ciencia oficial es un invento de las nuevas inquisiciones.
Hoy ya no podríamos hablar con propiedad de una ciencia o una medicina oficial.
Muchas prestigiosas universidades del mundo tienen departamentos de medicinas alternativas, y centros para la investigación de la interacción mente-cuerpo.
En muchos países los ministerios de salud tienen oficinas para las prácticas alternativas.
En un mundo cada vez más dirigido por la diosa razón como podríamos explicar el fenómeno universal de un florecer de medicinas y terapéuticas alternativas, suaves, dulces, toda esa inmensa corriente de lo que hoy se llama medicina complementaria?
Sería un signo de locura colectiva muy grande el que ya casi un cincuenta por ciento de la humanidad recurra a aquellos que para la ciencia son bichos raros sin ningún argumento científico.
En esa óptica serían víctimas ignorantes o desquiciadas, todos los americanos que en el solo año de 1997 invirtieron en todas esas cosas no científicamente reconocidas alrededor de veintisiete mil millones de dólares- no subvencionados por un sistema de seguridad social.
Decenas de millones de dólares se invierten hoy para investigación de las prácticas alternativas desde la oficina para las medicinas complementarias y alternativas -CAM- adscrita a los institutos nacionales de la salud. (NIH)Ginseng, Ginkgo biloba, medicinas manuales, oligoelementos, acupuntura, yoga, meditación y hasta oración.
¿ Cómo puede ser posible, se dicen algunas mentes escandalizadas, semejante proliferación?
Pero ya las excomuniones no alcanzan para frenar la expansión.
En el mismo París curanderos y radiestesistas a pesar de decenios de esfuerzos del colegio médico para lograr su extinción son también hoy una legión.
En Alemania, los Heilpraktiker son la versión moderna de los médicos descalzos. En el corazón de la Universidad de Viena, el instituto Ludwig Boltzmann para la acupuntura tiene su sede en la policlínica de la misma universidad de Viena.
En decenas de universidades americanas se enseña oficialmente el toque terapéutico, que a más de su teoría propia no es en su práctica diferente de la antigua imposición de manos.
En varias universidades americanas se investigan oficialmente los efectos de la conciencia. Stuart Hameroff y Roger Penrose lanzan desde la medicina y la física una propuesta seria sobre un sustrato para un modelo cuántico de la conciencia en el nivel de los microtúbulos neuronales.
Los Julios Verne de nuestra época están en los laboratorios.
En el Instituto Heart Math se investiga sobre la tasa de variabilidad de la frecuencia cardíaca y estados de conciencia tan extraños a la ciencia mecanicista como el amor impersonal.
En un ya clásico experimento; The copper wall project, Elmer Green de la fundación Menninger pudo registrar patrones de descarga sobre el cuerpo de sujetos sometidos al toque terapéutico sin contacto físico.
En miles de estudios con todo el rigor científico se exploraron los efectos que sanadores entrenados pueden ejercer sobre cultivos bacterianos, cultivos de hongos, actividad enzimática, cultivos celulares, cicatrización de heridas.
Cada vez son más contundentes, y obviamente debatidos, los estudios que sobre el efecto a distancia de la oración se han realizado siguiendo todas las normas del método científico. La memoria del agua continúa siendo un interrogante muy grande para las mentes abiertas como las de todo genuino científico.
El problema ya no es el de discutir si las medicinas complementarias funcionan. El quid es el de saber cómo lo hacen.
Miles de años pasaron para que pudiéramos conocer algunos de los mecanismos de acción de la acupuntura.
Sin embargo millones de seres humanos se siguieron beneficiando entre tanto. Si con la sola aspirina pasaron cien años usándola para comprender su modo de acción y aún hoy estamos descubriendo nuevas indicaciones,
¿cuál es el prurito de conocerlo todo a la luz de la ciencia para que podamos decidir si sirve o no?.
Es bien peculiar que mientras en otros territorios de la vida vamos resolviendo los antiguos fundamentalismos, la ciencia pretenda ocupar el lugar y ser el patrón de medida de toda actividad humana.
La medicina es mucho más arte que ciencia y como arte tiene miles de años pues como ciencia es apenas una recién nacida.
Además de su vigencia científica, las cosas tienen vigencia práctica, social, económica, cultural.
Si la sola vigencia posible fuera de la ciencia entonces no podrían existir las culturas. La ciencia que es un modelo de realidad y uno de tantos códigos de lectura para ver el mundo no puede usurpar el monopolio de la verdad; también son ciertos los sueños, y nuestros sentimientos, aunque sean tan difíciles de explorar, también hacen parte de la realidad.
El sol nos calienta aunque no entendamos de la física de la fusión.
La oración o la homeopatía trabajan a pesar de todas las excomuniones.
¿ Será un asunto de sugestión?
No se me pasa por la cabeza un veterinario sugestionando una vaca, o un investigador que logra echarle el cuento a las células de su cultivo para que se comporten distinto bajo el influjo del sanador.
Es demasiado simplista echar la culpa de todo esto al placebo.
Si somos realmente serios tendremos que cambiar nuestra actitud y no botar, como alguien dijo, el agua sucia de la bañera con el niño adentro.
Hay algo precioso en todo esto, al lado de toda la superstición y la magia trasnochada, existen cosas de tal valor que bien vale la pena que entre todos echemos una nueva mirada.
No se trata de negar la ciencia, ni de hacer borrón y cuenta nueva; se trata de reconocer que hoy es más necesaria que nunca expandir las fronteras de nuestra visón del mundo.

En muchos países los ministerios de salud tienen oficinas para las prácticas alternativas.
No es infrecuente encontrar hoy que durante la cirugía cardíaca el cirujano recibe ayudas de las llamadas alternativas para regular la energía.
Los laboratorios de la farmacopea occidental no quitan el ojo ni los intereses de la botánica más tradicional.
Ellos son los mayores beneficiarios de la etnomedicina, pues saben de la enorme correspondencia entre el uso tradicional de las plantas y la presencia de principios farmacológicamente activos.
Cuando se mira la ciencia de vanguardia, en el mismísimo frente de onda de la investigación científica nos encontramos exploraciones que parecen propuestas por practicantes complementarias: el efecto de los campos electromagnéticos sobre la vida, la conciencia, las medicinas alternativas.
En Harvard se habla hoy ya sin rubor de epidemiología de la religión, al descubrir que el pronóstico de las enfermedades crónicas no es ajeno al sistema de creencias.
La ciencia, la que no se compra ni se vende, la ciencia que no es un simple instrumento de la inquisición, tendrá que ver con cosas como honestidad y transparencia.
Descubrirá que los valores humanos mueven toda una farmacopea interna. Sabrá que, como el cerebro, el hígado, el bazo y el timo con todo el sistema inmune se ponen tristes.
Comprenderá que el sistema inmune también aprende y que de todas las variables de la vida, la de las actitudes es fundamental para explicarnos salud y enfermedad.
La ciencia descubrirá también en la vida el principio de incertidumbre y aceptará las limitaciones para aplicar leyes generales a un hombre cuya característica esencial es su irrepetibilidad, su inalienable unicidad.
Unicos, irrepetibles, totales. Interdependientes.
Los hombres serán mucho más que fósiles moleculares y la medicina será una ciencia para la humanidad, ni sólo arte oriental, ni sólo ciencia occidental; blanda y dura, con cuerpo y alma no separados ni separables, la nueva medicina será el arte de rescatar la ciencia de nuestra indisociable integridad.
Jorge Carvajal Posada

NUEVAMENTE LE DESEO MEJORÍA AMIGO "ESCEPTICO" con comillas.

Guillermo

Anónimo dijo...

Cristian si es por eso hace poco nació la Medicina basada en la evidencia debido a que un gran porcentaje de lo que se hace tambi´n en medicina alopática se hace porque se hace no más...el que descubrió que las úlceras eran causadas por bacterias derribando un mito de siglos casi tuvo que morirse para demostrarlo,hace unos 15 años no más...entonces la parada que tienes es derribada por "La estructura de las revoluciones científicas" de Khun...lo mismo respecto al meditación por ejemplo están descubriendo que asi mismo como no puedes comer todo lo que se ocurra,ni dejar de hacer ejercicio,sino diciplinas también tus pensamientos estos tienen impacto biológico sobre tu sistema inmune y tarán te enfermas ....el mundo esta lleno de ricketsias,hongos y neumococos LLENO y ect pero ¿por que hay gente que se las agarra y gente que no?...el terreno es todo...tienes razón en muchas cosas y haces un aporte con tu blog al decirle a la gente que tenga ojo pero la falta de evidencia de algo no es a mi parecer suficiente para decir que es falso,que no sirve ,que no vale la pena intentarlo aveces uno queda super endeudado con una quimio y tampoco sirve...es muy fácil ser esceptico así...

Unknown dijo...

NO SE PUEDE INTERCAMBIAR INFORMACION RESPECTO DE TERAPIAS ALTERNATIVAS CON QUIEN NO CONOCE EL IDIOMA. EN MI CASO LA BASE CON LA QUE REALIZO LA PRACTICA ES CIENTIFICA

Anónimo dijo...

Cristian:

Tu comentario dice muchas verdades a medias y muchas falsedades... reconozco que hay mucha gente charlatan lucrando con esto,,, pero considero un error caer en criticar lo que se ignora, lo primero es saber, conocer y despúes de eso se sabrá si veridico y real,,,,, lo que es cierto es que la humanidad lleva varios miles de años en la tierra,, y ha sobrivido cada quien como ha podido... sin vacunas, antibioticos, sintergetica, homeopatia, homotoxicologia, terapia neural, etc, etc,, y aun estamos..."MEDICINA SOLO HAY UNA LA QUE CURA" es interesante saber varios tipos de terapia para poder ofrecer lo mejor... el problema que es lo que queremos ¿aliviar o curar? ¿ayudar o dinero? en mi opinion personal el más acertado es el dr Hamer,,, ya que todos te alivian ya sea con alopatia o medicina biologica, pero el Dr Hamer va al verdadero origen es una ciencia natural,,, no hay mucho dinero por eso a nadie le gusta mucho...informate, y veras

les dejo un link muy interesante del periodista Miguel Jara TAFICANTES DE LA SALUD, muy bueno espero que lo vean

http://video.google.com/videoplay?docid=6663634013841376961

Unknown dijo...

Cristian:
Bastante bueno el artículo.

Los temas sobre pseudociencia, nueva era, esoterismo, ovnis, extraterrestres y toda esa sarta de falacias, son tratados y desmentidos en el excelente libro "El mundo y sus demonios" de Carl Sagan, que creo que ya leiste, y que los otros que comentaron deberían leerlo.

Unos comentarios para Bioapi a propósito del artículo de este charlatan médico Carvajal:
Qué estupidez es eso de la memoria del agua?
"El sol nos calienta aunque no entendamos de la física de la fusión."
Qué?????? creo que todos los fisicos del mundo ya entienden la fusion y la fision nuclear.

"La ciencia que es un modelo de realidad y uno de tantos códigos de lectura para ver el mundo no puede usurpar el monopolio de la verdad"...
La ciencia definitivamente NO es un modelo de realidad. UTILIZA modelos que SE APROXIMAN A LA REALIDAD y la explican como tal. Estos modelos se van depurando, corrigiendo poco a poco con la investigacion cientifica.
En verdad te recomiendo el libro de Carl Sagan, una de las mentes mas brillantes de finales del siglo XX, para que comprendas realmente QUÉ ES LA CIENCIA.

Anónimo dijo...

A quién beneficia la medicina basada en evidencias? Es un trupo inventado por el imperio para incrementar el consumo tecnológico. Un dolor de cabeza necesita una resonancia magnética y no un médico clínico que diagnostique. Se multiplican los exámenes así se trate de cuestiones banales. Y cuánto cuestan los equipos y reactivos? Y quienes los fabrican? Hay que cribar el trigo de la paja.

Anónimo dijo...

Es bien cierto la charlatanería de los ovnis, el esoterismo, las religiones,m etc. Pero en matería de medicina, no por que seas agricultor (me supondre agronomo) quiere decir que por que sepas fitología o génetica de plantas, te puedas meter así como así, al terreno de los mamiferos, o al del ser humano que evidentemente es mas complejo que una planta.
Que tu no creas en tal o cual remedio, eso le sucedio a la alquímia que se basaba en supuestos y no obstante origino a la moderna química, sin ellas hubieras sido imposible.
Ahora el paradigma de la moderna inustria farmeceútica es el hecho de que crea un sinfin de remedios que finalmente si isrvieran, entonces para que hacer tantas y tantas presentaciones?
Como veras, la ciencia positivista si bien ayudo en su tiempo (por que esta página es positivista), llego un momento en que llego a atascar su propia maquinaría y evollución. Hoy el positivismo ha sido desplazado, excepto de cabezas duras. Imagina si la física se hubiera quedado atascada en la macroscopía. No hubiera surgido la física cuantica (que con sus errores ahí va). La medicna no puede quedarse de la misma forma atascada, debe revolucionar o quedarse en lo mismo. Y no opines de medicina si no tienes la minima idea de que es.

Anónimo dijo...

te crees tan superior, que solo lo que tu vez y compruebas existe? el ego es una enfermedad que no se quita con la medicina tradicional,,en oriente una civilizaciòn mil veces màs avanzada que la americana,,,la MEDICINA ALOPATA o TRADICIONAL es la que aca se llama alternativa,,,y la ALTERNATIVA es la que en chile se llama TRADICIONAL, la medicina alopata es como la Iglesia catolica...creen que solo ellos son herederos de la verdad..pobre cristian..

Anónimo dijo...

Desde el Peru,bueno quiero trasmitirles mi enojo y desprecio a aquellas personas que critican sin saber ni siquiera lo que es ciencia, tanto que defienden a los Alopatas ni siquiera entienden desde cuando existio esa practica en este planeta,yo entiendo que la medicina Aternativa si que existe desde que el hombre aparecio en la tierra, ¿Cierto? actualmente existen muchisimas formas de curar asi que no se hagan los defensores a algo que ni siquiera funciona, si no se dan cuenta vayan a los centros hospotalarios y pregunten si les han curado siquiera un resfrio, no! los alopatas ya fueron solo que tienen que alinearse al que en verdad sabe mas que ellos.

Liliana Soto dijo...

Soy veterinaria y tratando de encontrar solución a diversos problemas de comportamiento cuando no es posible derivar al etólogo empecé, por curiosidad, a estudiar Flores de Bach. Actualmente, luego de un año de haber finalizado el curso de terapeuta y seguir repasando y estudiando, debo decir que estoy muy conforme de haber complementado mi profesión con estos conocimientos; pues no solo me ayudaron con mis pacientes animales, lo cual era mi propósito inicial, sino que sin proponérmelo ni hacer de ello una actividad rentable, pude ayudar a varias personas con la Terapia floral. empezando por mí misma y sin ninguna publicidad, me fueron llegando por referencia consultantes deseosos de probar esta medicina; lo que me responzabiliza a seguir estudiando, dedicarle tiempo y actuar con mucha prudencia; a la vez que me hace muy feliz.

Soledad Miranda-Rottmann dijo...

Que buen articulo, estaba buscando cual es el fundamento de la terapia que propone uno de estos charlatanes de biomedicina (De Alejandro Stevens) y llegue a tu articulo. Te agradezco que te des el tiempo de tratar de contrarrestar todas esos articulos llenos de falsedades que se hacen pasar por ciencia. Es dificil entender que hay tanta gente que prefiere creer en curas milagrosas que a millones de cientificos, medicos, enfermeras, etc. Y estoy muy de acuerdo que al no haber regulacion la medicina "natural" es peligrosa.