domingo, 27 de abril de 2008

Terapias alternativas: Lucrando con las emociones

Desesperación, esperanza, fe, angustia, muchos practicantes de terapias alternativas se aprovechan de estas y otras emociones para prometer curas milagrosas para las cuales no poseen evidencia alguna y cobrarnos por ellas. Muchos se toman esto a la ligera, considerándolo una cuestión de fe o de elección, de hecho este ha sido uno de los errores más grandes de la comunidad científicamente educada: creer que las terapias alternativas son tonteritas inocuas. Yo creo que es una cuestión de información, de acceso al conocimiento (y esto no es exclusivo de las terapias alternativas, pasa en todo nivel de cosas) y que debería tomarse muy en serio.

Tomemos por ejemplo, el caso de la homeopatía. ¿Cuánta gente sabe de qué se trata exactamente?, ¿Cuántos han comprado remedios homeopáticos en alguna farmacia KNOP sin tener la más mínima idea de cómo se supone que funcionan? Muy pocos saben que la mayoría de los remedios homeopáticos están tan diluidos que son indistinguibles químicamente del agua o el alcohol puros. Aún menos saben que el concepto de la “memoria del agua” en el que los homeópatas basan sus argumentos fue refutado espectacularmente en los años 90´ en la revista científica Nature, y ha sido refutado varias veces desde entonces en distintas investigaciones. Además los remedios homeopáticos han sido probados incontables veces en estudios científicos y la evidencia es que no funcionan mejor que un placebo: la homeopatía es charlatanería, o en el mejor de los casos terapia de placebo, sin embargo es un negocio que mueve miles de millones de dólares al año en el mundo. Aunque se debe reconocer la homeopatía es más bien inocua pues la mayoría de los homeópatas son suficientemente cautos y responsables como para no tratar de curar enfermedades graves con homeopatía, este hecho no hace menos evidente la verdad del negocio homeopático: vender agua, alcohol y azúcar a precio de oro.



Aún así, hay gente que continúa depositando su fe en la homeopatía (y un montón de otras terapias) porque a ellos les funciona. Las razones de porqué las terapias alternativas son percibidas como que funcionan en muchas ocasiones son variadas, pueden ver un buen resumen en este artículo que publiqué hace poco. Una de las más interesantes es el sesgo de confirmación, que nos lleva a recordar aquellas oportunidades en que la terapia funcionó y olvidar aquellas en que no funcionó, esto se aplica tanto a pacientes como terapeutas y es la razón por la cual muchos terapeutas reportan efectos “maravillosos” y eficacias del 99%, simplemente porque ignoran todas las veces que han fallado, es como los que dicen que “siempre ganan” en las máquinas tragamonedas. Otras efectos sobre los que pueden leer en el artículo que cito incluyen el efecto placebo, la relación positiva con el terapeuta, la remisión temporal de enfermedades y la falacia post hoc. Esta última también es muy común y se refiere a que si algo sucede después de hacer algo, no significa que lo segundo fue consecuencia de lo primero: en otras palabras que el resfrío desapareció después de tomarse los globulitos de KNOP no significa que los globulitos fueron la causa de la desaparición de los síntomas.



Es cierto que hay un elemento en particular que es muy positivo en las terapias alternativas, que es la profundidad y cercanía de la relación terapeuta-paciente, algo de lo que podría aprender mucho la medicina alópata. Pero la medicina alópata no receta remedios que según la evidencia disponible no funcionan, y se si equivoca está abierta al escrutinio de la sociedad en general y de comunidad científica en particular. Además la ciencia médica se actualiza y progresa todo el tiempo buscando nuevas drogas y tratamientos que funcionen mejor y desechando aquellos que tienen poca efectividad o demasiados efectos secundarios.



Personalmente creo que una de las causas más profundas de la credulidad de la gente es el analfabetismo científico: la falta de conocimientos mínimos sobre ciencias básicas, a esto se suma la actitud defensiva hacia el mundo de la ciencia que muchas veces llega a ser odiosa. Voy a tomar como ejemplo el Biomagnetismo Médico, pues es una de las terapias que he estudiado más de cerca:



Hace un tiempo publiqué un artículo refutando (a través de la presentación de evidencia detallada y debidamente referenciada) una serie de afirmaciones pseudocientíficas que los biomagnetistas hacen frecuentemente. Muchos lectores reaccionaron indignados a mi falta de tacto, en mi blog me llamaron desequilibrado físico y mental, y me recomendaron “informarme mejor”. Pocos se indignaron frente a la increíble cantidad de mentiras en que se basa el biomagnetismo. Creo que la razón es justamente la falta de educación básica en ciencias y en cómo pensar críticamente, muy pocos por ejemplo no entienden realmente qué es el pH y su relación con los microorganismos, menos aún saben cómo buscar información y cómo distinguir ciencia de pseudociencia, por lo tanto es muy fácil para un biomagnetista convencer a alguien de que cambiando el pH con unos imanes va a “eliminar virus, hongos, bacterias y parásitos”, aunque creo que la gran mayoría de los biomagnetistas tiene buenas intenciones y son víctimas de su propia ignorancia y/o delirio.



Todo esto es parte de un problema mucho más profundo: los medios, la literatura popular y el cine nos bombardean constantemente con información falsa o incompleta (lo que no es necesariamente malo si la gente estuviera mejor educada para distinguir entre fantasía y realidad). Esa información se enraíza fácilmente en nuestras mentes desde pequeños y ayuda grandemente a alimentar errores y leyendas urbanas. Quién no ha creído alguna vez que el agua del baño gira para el otro lado en el hemisferio norte cuando en realidad el efecto de Coriolis no funciona a ese nivel. Sin embargo ahí tenemos un episodio de los Simpsons perpetuando el mito. Ejemplos hay cientos: la cara de Marte no es una estructura alienígena es una montaña; el fantasma de la película 3 Niños y un Bebé es un mono de cartón; la muralla China no es visible desde la Luna; el lado oscuro de la Luna no está en oscuridad perpetua, solamente no es visible desde la Tierra; no existen partes específicas donde se detecten los sabores en la lengua; no usamos sólo un 10% de nuestro cerebro, lo usamos completo; las uñas y el pelo no siguen creciendo después de que una persona muere; tocar a una rana no causa verrugas; los Lemmings no se suicidan en masa; No descendemos de los monos (compartimos un ancestro común con ellos). La lista es larga, pregúntese lectores míos, cuántos de nosotros hemos alguna vez tomado esas leyendas como hechos probados.



De la misma manera la (in)cultura popular nos ha llevado a creer que la telepatía es fisiológicamente posible, que se puede adivinar el futuro, que los sahumerios curan enfermedades, que Uri Geller dobla cucharas con la mente, que el monstruo del lago Ness, el Yeti y Pie grande son reales, que los OVNIS no son Objetos Voladores no Identificados sino naves espaciales de seres que, ¡Oh coincidencia!, son igualitos a los descritos por HG Wells en el siglo XIX, que nos pueden hacer daño con el “mal de ojo”, que leer el horóscopo nos ayudará a tomar decisiones, que tomar 2 litros de agua al día es beneficioso (independiente de cuanto sudemos), que uno se puede “sanar a sí mismo” con sólo pensarlo, que el qi (chi) existe, que la homeopatía funciona, que el biomagnetismo es ciencia, que las serpientes hablan, que los muertos resucitan, que las pirámides fueron construidas por extraterrestres, etc.



Hay una tremenda lista de mitos sin fundamento que se han tomado como ciertos a lo largo de la historia, y todos nosotros creemos o hemos creído alguna vez en por lo menos unos cuantos, si no todos. El mundo de los terapeutas alternativos está plagado de estos mitos, la gran mayoría derivados de la Nueva Era (Oscura): ellos leen a Deepak Chopra y Brian Weiss, ven películas como What the bleep do we know? y The Secret, “toman mucha agua”, dicen ver auras a través de la fotografía Kirlian, culpan a los enfermos por su enfermedad basados en las enseñanzas del paranoico antisemita alemán Ryke Geerd Hamer, tienen de ídolo a Maharishi Maharesh, creen que los pensamientos afectan la estructura de los cristales de agua de acuerdo a las enseñanzas del charlatán japonés Masaru Emoto, etc. Es una larga sub-lista de mitos “místicos”, “esotéricos” u “holísticos” que usan para vender sus servicios.



Pero no sería nada que se remitieran a predicar sobre materias filosóficas y místicas, sobre las cuales no hay manera de estar seguro y después de todo corresponde a cada uno decidir si creer o no, autores como Deepak Chopra y películas cómo What the bleep do we know? han hecho pretensiosas y falsas conexiones entre la mecánica quántica desarrollando el concepto de que “creamos nuestra propia realidad” (misticismo quántico). No, no que percibimos la realidad de manera distinta y subjetiva, pero que literalmente creamos nuestra propia realidad, o sea si tenemos un tumor en el cerebro, por ejemplo, y pensamos con suficiente intensidad y fe que va a desaparecer, este desaparecería. Muy similar a la peligrosa filosofía del Dr Hamer, pero con un retoque quántico. De la misma manera los síquicos hablan de “energías” que nadie puede detectar y los biomagnetistas hablan de cambiar el pH y destruir micoorganismos con imanes, hecho que ningún científico ha comprobado. Es ahí donde el misticismo se transforma en pseudociencia, en engaño, en estafa. Porque las sanaciones de chakras, las lecturas de aura, el cupping, la acupuntura y las sesiones de biomagnetismo no son gratis, el mercado de las terapias alternativas mueve miles de millones de dólares al año en el mundo.



Aquí es donde los apologistas de la charlatanería salen con que la medicina basada en la evidencia (o alopática) hace lo mismo. Lucra con las emociones de la misma manera que las terapias alternativas, lo que por supuesto no es cierto, porque un médico decente no ofrece falsas esperanzas, no promete curas milagrosas y no le echa la culpa al pacinte por la enfermedad. Además, si un doctor hace mal una cirugía por ejemplo, y deja una tijera metida dentro de un paciente, se le puede denunciar legalmente por negligencia médica y en sistemas más justos y democráticos que el chileno sacarle millones de dólares por su error. ¿Pero qué pasa con los familiares de las personas quemadas vivas en un sahumerio que supuestamente curaría la diabetes? ¿O con el enfermo de cáncer que muere debido a que su terapeuta le recomendó dejar la quimioterapia? ¿O a la persona que se intoxicó con los residuos químicos en la preparación chanta de cartílago de tiburón?



Por su puesto, quedan indefensos, pero esto de a poco va cambiando, En Inglaterra, la semana pasada se anunció que se discutirá en el parlamento Inglés una ley (originada de una directiva de la Unión Europea) que permitirá exigir a síquicos, astrólogos y místicos de todo tipo que muestren pruebas de que sus servicios funcionan, como cualquier otro servicio comercial. Si la ley se aprueba marcará el comienzo del fin de la Nueva Era Oscura en Inglaterra y eventualmente en toda Europa. Al menos no podrán hacer afirmaciones de efectividad del x% o de estar “aprobados científicamente”. Tendrán que mostrarse como las religiones postmodernas que son para sobrevivir, por lo que no podrán cobrar por sus servicios si estos no funcionan (a no ser por supuesto que sigan el camino negro de la Cientología).



Pero en Chile estamos a años luz de tal desarrollo; capaz que hasta suframos una invasión de brujos europeos, buscando un país donde se trata a los brujos con mano de guagua. La televisión matinal está plagada de brujos, astrólogos y curanderos de todo tipo; reiki, acupuntura, biomagnetismo sintergética y otras pomadas se ofrecen en algunos hospitales públicos y son incluso practicadas por médicos, hasta los supuestos programas culturales como Enlaces le dan tribuna a las pomadas curalotodo. Y los aprovechadores de siempre creen que es bueno. Lo celebran y se llenan los bolsillos con la bonanza mística, lucrando con las emociones del ciudadano común.



Por lo menos hay unos pocos que pensamos distinto y aunque nos tachen de “cerrados de mente” no babeamos estúpidamente frente a los trucos de magia de los nuevos charlatanes.



"Quien no razona, es un fanático; quien no puede, es un tonto; quien no se atreve, es un esclavo."
- William Drummond

lunes, 21 de abril de 2008

Advertencia a los biomagnetistas: su gurú ha sido denunciado al Colegio Médico

Publicado en conjunto con Chile Liberal



La investigación publicada en CAE surtió el efecto esperado: llamar la atención de un sector de la opinión pública sobre las serias irregularidades científicas del "biomagnetismo". Si bien agradecemos que uno de sus practicantes (ver biografía) se haya manifestado, hasta hoy aún no presenta las evidencias científicas que le exigimos para respaldar sus declaraciones (que incluyen curar el SIDA, la diabetes y el cáncer). Hemos recopilado los datos expuestos y los enviamos en una carta al Colegio Médico de Chile, presidido por el doctor Juan Luis Castro. Nuestro objetivo es procurar defender la Razón y la ciencia, pero aún más importante, salvaguardar la salud de miles de chilenos que, por la naturaleza catastrófica de estas enfermedades, se encuentran desesperados y quizás terminen pagando una consulta a un biomagnetista. El motivo puntual de la carta fue impedir que el gestor del biomangetismo, Isaac Goiz, entrase a territorio chileno para dictar charlas sobre sus inverosímilies descubrimientos, a pesar de las advertencias enviadas a Chile por los profesionales del Colegio Médico de Costa Rica, quienes lo expulsaron de su país por practicar ilegalmente la medicina y enviaron una advertencia puntual a Chile.


Nos parece extraño que el Colegio Médico de Chile no haya respondido aún a nuestras denuncias.

Presentamos a continuación el texto íntegro de la carta, y volveremos a contactarnos con ellos dentro de las próximas horas para asegurar una acogida apropiada a nuestra denuncia, a pesar que el curso de Goiz se está realizando en Santiago en estos momentos, y hay otro planeado en Concepción entre el 28 de mayo y 1 de junio.

Algo no concuerda entre los argumentos esgrimidos en Costa Rica para impedir las presentaciones de este señor, y los criterios de los médicos chilenos que parecen no estar al tanto de la gravedad de los hechos.

A continuación el texto íntegro de la carta, enviada por correo certificado el 8 de abril de 2008.

Actualización, 21 abril: El Colegio Médico ha acusado recibo de la carta, se está investigando al caso y ya se conoce nuestra denuncia. Hemos confirmado además que Irene Peña (del centro de biomagnetismo en Concepción) está colegiada.





8 de abril de 2008

Mesa Directiva Nacional del Colegio Médico de Chile A. G.
Directiva del Consejo General del Colegio Medico de Chile A G.


Presidente: Dr. Juan Luis Castro



Estimado Señor:


El motivo de esta misiva es denunciar la práctica y difusión de una terapia conocida como “Biomagnetismo Médico” en el territorio nacional. El biomagnetismo, una terapia alternativa conocida en Chile como la técnica del “par biomagnético”, llamó nuestra atención por primera vez cuando leímos en varios sitios de Internet declaraciones de su inventor, el médico mexicano Isaac Goiz Durán, afirmando haber curado enfermedades tales como la diabetes, el SIDA y el cáncer. Como entenderán, estas afirmaciones son irresponsables y sin asidero alguno en la literatura científica, lo que pudimos constatar al consultar bases de datos de papers científicos como PubMed[1] e ISI Web of Knowledege[2].

Lo preocupante de esta situación es que el biomagnetismo se ha extendido y ya no se no se limita a unos pocos practicantes de terapias alternativas haciendo afirmaciones irresponsables en lugares de poco impacto mediático. El creador del “par biomagnético”, don Isaac Goiz Durán, ha dicho en incontables ocasiones y en distintos medios de comunicación que él personalmente ha curado casos de VIH/Sida. De hecho escribió un libro titulado “El SIDA es curable”[3]. En un video[4] disponible en Internet se puede oír de su propia boca que ha curado esta terrible enfermedad usando sólo un par de imanes de baja potencia.

Investigamos más profundamente los antecedentes científicos de Isaac Goiz y no encontramos ningún paper publicado ni menos aún revisado por sus pares, es más, encontramos una declaración de la Fiscalía del Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica[5] (adjunta) en donde se denuncia que Isaac Goiz Durán fue acusado de ejercicio ilegal de la profesión de médico y también de estafa en Costa Rica. Además, dos de sus títulos son fraudulentos: los doctorados de la Oxford Internacional University (que nada tiene que ver con la prestigiosa Oxford University de Inglaterra) y de la New Sciences University of America.

La Oxford Internacional University ha sido acusada de fraude académico en México[6]. Hoy tiene el nombre de Bircham Internacional University (BIU) y no está acreditada. Para no dejar lugar a dudas, pueden verificar ustedes mismos el sitio web[7] que pertenece a BIU donde encontrarán el nombre de Isaac Goiz Durán en una lista de graduados. En cuanto a la New Sciences University of America, no existe evidencia ni siquiera de su existencia.

La Fiscalía del Colegio de Cirujanos y Médicos de Costa Rica advirtió sobre la falta de fundamentos científicos del biomagnetismo y sobre los títulos y prácticas fraudulentas de su creador, enviando una advertencia especial a Chile. Esta nota fue publicada a comienzos de 2007. Nos consta que Isaac Goiz visitó Chile en agosto del 2004 para exponer en un Congreso de Medicina Holística[8] organizado por el Colegio Médico de Chile. Quizás en 2004 aún no existía la advertencia emitida por vuestros pares costarricenses (aunque nos sorprende que no se investigara mejor el currículo de este señor), pero Goiz estuvo en Chile en octubre del 2007[9] y expuso en el Segundo Consejo Municipal de Atención Primaria de Concepción.

Los practicantes chilenos del biomagnetismo se cuentan en los cientos e incluyen entre ellos a celebridades nacionales como Antonio Vodanovic[10] y Álvaro Scaramelli[11]. Están organizados en una “asociación gremial” conocida como “Colegio de Biomagnetismo y Bioenergética de Chile”[12]. A juzgar por la información disponible, parecen ser refrendados por el Ministerio de Salud y pueden tener en sus manos la vida de miles de chilenos a quienes prometen cura a enfermedades como el VIH/SIDA y el cáncer, entregándoles falsas esperanzas y enriqueciéndose a costa de su desesperación. Noten que una sesión de biomagnetismo cuesta entre 18 y 25 mil pesos. A lo anterior se debe sumar la muy peligrosa práctica de recomendar directa o indirectamente a sus pacientes la suspensión de terapias médicas tradicionales, para ser reemplazas única y exclusivamente por sesiones de biomagnetismo y otras terapias alternativas de dudosa efectividad. Lo señalado se relaciona íntimamente a la creencia de muchos terapeutas alternativos de que las empresas farmacéuticas encabezan una conspiración para ocultar que el Sida es una mentira, entre otras afirmaciones inverosímiles.

Cabe destacar que el “Centro de Terapias alternativas Ohani”, encabezado por Sergio Córdova, quien ha aparecido en varias oportunidades en televisión promoviendo el biomagnetismo, ya tiene programado un curso de Biomagnetismo a cargo de Isaac Goiz entre el 18 y el 22 de abril en el Hotel Torremayor de Ricardo Lyon 322, Providencia, y ha anunciado un segundo curso para agosto en su sitio web www.ohani.cl. Además, entre el 9 y 11 de mayo de se efectuará un curso en el Club de Campo del Colegio Médico de Concepción, sobre el cual queríamos llamar vuestra atención ya que da a entender que el Colegio Médico local patrocina terapias de dudosa base científica. Dicho curso está, organizado por la Doctora Irene Peña Grau, directora del “Centro de Biomagnetismo y Terapias Complementarias Dr Isaac Goiz” conocida en los medios por ser la introductora en Chile del polémico esquema piramidal conocido como “La Célula”.

Esta carta tiene como objetivo solicitarles a ustedes, el prestigioso Colegio Médico de Chile, que impidan futuros seminarios, charlas o cursos dictados por Isaac Goiz en territorio nacional, y que se investigue las actividades del “Colegio de Biomagnetismo y Bioenergética de Chile”, por la salud y bienestar de miles de chilenos que demandan servicios de salud de calidad.

Los signatarios de la presente somos parte de un grupo de profesionales jóvenes que escribimos distintas columnas de opinión en formato “blog”, y este caso nos ha llamado profundamente la atención. Confiamos que nuestra denuncia será debidamente atendida por ustedes, y quedamos a su disposición.

Atentamente,


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Nota: Para comprobar la veracidad de nuestra denuncia, les invitamos a cerciorarse de la validez de cada una de las declaraciones aquí formuladas consultando cada una de las referencias a continuación:


Referencias
[1] http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/
[2] http://www.isiwebofknowledge.com/
[3] http://www.ohani.cl/biomagnetismo_libros.htm
[4] http://www.youtube.com/watch?v=9niNM2dMHDg&eurl=http://www.bioterapias.cl/IsaacGoiz.html
[5] http://www.confemel.com/cartelera/amcr-070205.htm
[6] http://www.correo-gto.com.mx/notas.asp?id=33377
[7] http://www.bircham.net/
[8] http://www.ohani.cl/dr_isaac_goiz.htm
[9] http://www.congresoapsconcepcion.cl/actividades.htm
[10]http://www.biomagnetismochile.cl/terapeutas_nacionales/antonio_vodanovic.html
[11]http://www.biomagnetismochile.cl/terapeutas_nacionales/alvaro_scaramelli.html
[12] http://www.biomagnetismochile.cl/

lunes, 7 de abril de 2008

LUN le hace propaganda al biomagnetismo

Hoy LUN publicó un artículo en su sección de Economía sobre el costo del curso de Biomagnetismo que el Centro de Charlatanería Aplicada Ohani dictará entre 18 y 22 de abril próximo. Tristemente la autora del artículo (a juzgar por su nombre: Paulina Andrade) es la misma que publicó las declaraciones del profesor Patricio Cordero calificando a la radiestesia (búsqueda de agua con péndulos y palitos) como patrañas. Lo único destacable es que se trata a Goiz como “Gurú” (claro, Isaac tiene mas de gurú que de científico) y a los que pagan por estos cursos como “místicos”, lo que tampoco esta lejos de la realidad pues ya hemos demostrado que el origen de la idea del “par biomagnético” es producto de los delirios místicos de Isaac Goiz, no de la investigación.
Según LUN dicho curso cuesta la módica suma de ¡1 millón de pesos! Y la cantidad de inscritos llega al centenar, por lo que el Centro Ohani se estaría echando al bolsillo unos cuantos millones de pesos (digamos 40 por lo menos, dejando una cantidad generosa para costos), considerando que están organizando un segundo curso para agosto eso llegaría a por lo menos 80 palos en el bolsillo de estos charlatanes (suponiendo que estafen a otros 100 incautos), y después dicen que las asquerosas farmacéuticas internacionales son las que lucran con la desesperación de la gente, ja!ja!ja!

LUN ignora completamente el hecho, repetido hasta el cansancio en este blog de que Isaac Goiz tiene al menos dos títulos fraudulentos y de que fue acusado de estafa y ejercicio ilegal de la profesión de médico en Costa Rica por el Colegio de Médicos y Cirujanos de ese país. También LUN no informa sobre el hecho de que hay un curso programado para mayo en el Club de Campo del Colegio Medico en Concepción, con la participación de Goiz y organizado por Irene Peña Grau, directora del “Centro de Terapias Alaternativas y Biomagnetismo Dr Isaac Goiz” la misma mujer que introdujo la estafa de La Célula en Concepción, curiosamente el curso es 500 mil pesos más barato. Al parecer el biomagnetismo si qe funciona, pero para atraer a estafadores, aunque por alguna razon mística ajena a mi asquerosa mente escéptica es más caro llevar a Goiz a Santiago que a Concepción

Además LUN repite varias falacias previamente desmentidas en el post “Los Mitos del biomagnetismo Refutados” como que:

Imanes de baja potencia pueden destruir bacterias, hongos, virus y parásitos.
La existencia de puntos específicos con polaridades magnéticas en el cuerpo humano.
El pH de un líquido se puede cambiar gracias a la acción de imanes de baja potencia.
La existencia de comunicación electromagnética entre microorganismos

Lo más curioso es que en el sitio web de Ohani, declaran que:

Advertimos a los interesados que personas inescrupulosas están dictando cursos de supuesta formación de terapeutas en Biomagnetismo, los cuales no han sido autorizados por el Dr. Isaac Goiz Durán de México, único profesor indiscutible capaz de formar correctamente a profesionales del Biomagnetismo. Por razones que radican en la contraparte energética de la salud humana, que muchos desconocen, las personas que toman estos cursos fraudulentos no quedan debidamente capacitados energéticamente y no podrán conseguir los resultados esperados contribuyendo sólo a desprestigiar esta maravillosa técnica.

Al parecer de la misma manera que muchas religiones, los del Centro Ohani declaran monopolio en la autoridad sobre temas sobrenaturales. Francamente ridículo, pues no hay nada de especial en las mentiras en las que se basa el biomagnetismo. Cuidado Guillermo Salfate, según Ohani no tienes su bendición para hacer plata dictando cursos sobre la estafa de Goiz.

He mandado una carta a LUN con toda la información que omiten o no conocen, esperemos que suceda un “milagro” y publiquen un artículo con la verdad sobre la pseudociencia del biomagnetismo.

domingo, 6 de abril de 2008

Elijamos la libertad por sobre la mitología

Expreso en este post todo mi apoyo al llamado de la Colectiva de Mujeres Públicas a la apostasía masiva de la fe Católica en Chile como respuesta a la decisión del TC de prohibir píldora del día después, producto del imparable lobby de la Iglesia Católica ejercido a través de un grupo de parlamentarios pechoños de la UDI y RN. Me enteré de esta iniciativa por este post de Ricardo del blog Donde terminan las Ideas.

Para sumarse a la iniciativa hay que mandar un mail a pidamoslaexcomunion@gmail.com y manifestar el interés de apostatar masivamente por esta causa, mas detalles aquí.

Cabe destacar que es muy probable que la Iglesia busque toda clase de resquicios para no otorgar la excomunión. Los españoles que han intentado hacerlo la han visto muy difícil para que acepten la apostasía masiva o individual, pues muchos arzobispados de la Iglesia Católica se han negado a borrar los datos de los apóstatas de sus registros. Mas informaciónal respecto aquí

La apostasía es motivada generalmente por ideales humanistas ateos que van mucho más allá de criticar la posición de la Iglesia en cuanto a un asunto específico, por ejemplo, en su declaración de apostasía en masa a través de un Manifiesto por la Excomunión los españoles de la FIDA (Federación Internacional de Ateos) afirmaron:

Os acusamos públicamente (a la Iglesia de Roma):

De haber condenado a muerte a millones de individuos, por colaborar con vuestras instrucciones a la expansión del VIH/SIDA. De practicar relaciones simbióticas con toda clase de totalitarismos, de fomentarlos, de justificarlos y de prostituiros ante ellos. De bendecir a los asesinos y a los tiranos. De proclamar santas cruzadas contra las mujeres y los hombres que han dudado de vuestra verdad. De esclavizar a los débiles. De adular a los generales y a los caudillos. De fomentar el odio a los cuerpos, a la felicidad y al placer. De insultar a la inteligencia, y de pretender someterla a vuestra absurda y primitiva teología. De jerarquizar los géneros, las relaciones y los sentimientos, de acuerdo con la moral siniestra que practicáis. De imponer vuestras fobias como sagrados mandamientos. De atacar sistemáticamente las libertades individuales y colectivas. De saquear a los pueblos, sin tregua y con total impunidad, por medio de vuestros acuerdos diplomáticos, de vuestros Concordatos y de vuestras alianzas con el poder político. De traficar con la infancia. De fornicar con ella. De mentir. De abusar. De discriminar. De encubrir a los pederastas. De haber creado la Santa Inquisición. De encender hogueras que todavía no han cesado de arder. De despreciar a la ciencia y al conocimiento. De torturar, de masacrar y de ocultar la verdad histórica. De manipular la memoria colectiva. De perpetuar vuestra ideología inyectándola en las mentes infantiles. Y de instigar, conspirar, falsificar e imponer mediante la violencia vuestro delirio patológico

Sin embargo, el llamado a la apostasía de la Colectiva de Mujeres Públicas podría incluir gente que tiene fe en Cristo y cree en su divinidad, pero que no se siente identificada con las políticas de la Iglesia Católica que incluyen entre otras: encubrimiento de la pedofilia, discriminación de los homosexuales, prohibición del condón (y campaña activa para disminuir su disponibilidad), lucha contra el divorcio, demonización del sexo recreacional y constante intromisión en los asuntos seculares de Chile. Hay personas como este cura que aun así se declaran católicos (un oxymoron que francamente no entiendo, es como no creer que el exterminio masivo de judíos es correcto y declararse nazi).

Entre esperar que la Iglesia Católica sufra un proceso de revolución que cambie radicalmente la manera en que se relaciona con el resto de la sociedad (dejando de dictar códigos morales para creyentes y no creyentes como los Ayatolas) y disminuir su poder al declarar que no se pertenece a ella oficialmente borrando los registros de sacramentos, me quedo con la segunda opción, pues no creo en ningún dios y creo que es ridículo ir por la vida creyendo en cuentos de hadas.

Ojala todos aquellos chilenos con un poco de sentido común hagan lo mismo y elijan la libertad por sobre la mitología

viernes, 4 de abril de 2008

ENTIENDO QUE LAS TERAPIAS ALTERNATIVAS SON CHARLATANERÍA, PERO ¿COMO ES QUE A MÍ ME FUNCIONÓ LA TERAPIA X? (donde X es su terapia favorita)

Una lectora anónima me ha dejado dos comentarios en el artículo de refutación a los fundamentos del biomagnetismo que escribí con la ayuda de mi ciber-amigo Ricardo que llamaron mi atención, ya que mucha gente tiene las mismas dudas que ella plantea:

MMMM,la vdd cai en este sitio porque estoy leyendo sobre biomagnetismo,y me dije "leeré tambien las criticas" y empeze en este sitio. Me pareció a primera que el sr. Cristian estaba bien documentado y de hecho cheque algunos de sus comentarios y asi fue,pero aveces en algunos de susu comentarios omite verdades,no estoy a favor ni en contra,pero cuando a el le hacen preguntas ó tambien se va por las ramas,presume mucho de sus estudios y sin embargo pierde la educacion muy facil y quiere que a fuerza le demos la rázon.Tal vez con el biomagnetista que fue , si era un charlatan,pero yo soy esceptica del biomagnetismo y te juro que en la sesion ,casi me orino de la risa,pero si me quito el dolor de mi hombro enfermo sin medicamento porque no sé,y mi medico me dijo "simplemente se te quito porque te relajaste" pues que me enseñen a estar relajada sin medicamentos y que se llamen como se llamen,pero que me quiten el dolor. Si tienes algun comentario para mi te lo pido con respeto ,digo para saber que trato con caballeros.saludos

He estado leyendo sobre el biomagnetismo ya que aunque no lo creean soy muy esceptica y tengo alrededor de 3 años con un problema del hombro,mi traumatologo me dijo que para quitar el dolor ya era necesario operar,me llevaron sin saber con un medico (es medico general) y me dijo que habia otra alternativa,probe y ya no tengo dolor y mi hombro se esta mejorando,regrese con mi traumatologo y me dice ,que se esta desinflamando el nervio,y cabe mencionar que no estoy tomando medicamentos,alguien me puede decir que paso?,pero con respeto por favor,gracias.

Espero poder mantener el respeto, y contribuir un poco a que la muy amable anónima comentarista aprenda sobre las posibles razones de la desaparición del dolor e inflamación (al parecer debido a una sesión de biomagnetismo, aunque no me queda muy claro). Para tal efecto reproduzco aquí un articulo que explica las posibles razones de porque terapias alternativas como el biomagnetismo parecen funcionar en algunos casos. El articulo fue traducido por Julio C Restrepo (doctor en medicina), quien contribuye con el sitio escéptico y ateo http://www.sindioses.org/. Este texto es de tan buena calidad que encuentro una perdida de tiempo escribir un artículo similar.

El articulo, elaborado por Barry L. Beyerstein, PhD fue publicado originalmente en la Revista Academic Medicine, número 76, paginas 230 a la 237 en 2001. Las negritas son mías. Las negritas en azul se relacionan directamente con la pregunta de la lectora.

MEDICINA ALTERNATIVA Y ERRORES COMUNES DE RAZONAMIENTO

Un artículo de Academic Medicine publicado en Marzo de 2001
Por Barry l. Beyerstein, PhD
Traducido por: Julio C. Restrepo S. MD
(El Dr. Beyerstein es profesor asociado del Laboratorio del Comportamiento Cerebral del Departamento de Sicología de la Universidad Simon Fraser, en Burnaby, Columbia Británica, Canadá.)

Si sólo los ignorantes y los crédulos fueran persuadidos por afirmaciones inverosímiles, se necesitaría muy poco para explicar la abundancia de estupidez en la sociedad moderna. Pero extrañamente, mucha gente que no es ni tonta ni poco educada se adhiere a creencias repudiadas por la ciencia. Por ejemplo, graduados universitarios, y aún algunos médicos, aceptan ciertos aspectos de la Medicina Alternativa y Complementaria (CAM por sus siglas en inglés), incluyendo el toque terapéutico, iridología, ear candling, homeopatía. Aún expertos altamente entrenados pueden ser engañados cuando ellos confían en su experiencia personal y razonamiento informal para inferir las causas de eventos complejos. Esto es especialmente válido si ellos están evaluando situaciones en las cuales tienen un interés emocional, doctrinal o monetario. De hecho, fue el comprender que las limitaciones en la percepción, razonamiento, y memoria tienden a confortarnos, más que la verdad, lo que llevó a los pioneros de la ciencia moderna a sustituir las observaciones controladas y la lógica formal por las anécdotas y conjeturas que nos pueden llevar fácilmente al extravío. Esta lección parece que se ha perdido en gran parte entre los proponentes de la CAM. Algunos, como Andrew Weil, la rechazan explícitamente, defendiendo en lugar de ello lo que Weil llama "pensamiento preciosista," una mezcla de intuición mística y satisfacción emocional, para determinar la validez de una terapia.

Aquellos quienes defienden terapias de cualquier clase tienen la obligación de probar que sus productos son tanto seguros como efectivos. Lo último es una tarea más difícil ya que hay muchas formas sutiles en que pacientes honestos e inteligentes y sus terapeutas pueden ser llevados a pensar en que un tratamiento inútil ha producido una cura. CAM permanece "alternativa" debido a que sus practicantes dependen de testimonios subjetivos en lugar de ensayos clínicos aleatorizados (RCTs por sus siglas en inglés) para soportarse, y porque la mayoría de sus hipotético mecanismos están en discrepancia con aquellos aceptados por las ciencias básicas. Es mi intento aquí llamar la atención sobre varios factores sociales, psicológicos y cognitivos que han ayudado a convencer a muchas personas educadas que tratamientos no probados o científicamente desacreditados tienen mérito.

En el último siglo, procedimientos objetivos han sido desarrollados para evaluar la efectividad de remedios comúnmente aceptados y ayudado a distinguir cambios terapéuticamente inducidos en una condición patológica subyacente de la mejoría que puede seguir a cualquier intervención. Estos procedimientos forman las bases de la llamada "Medicina Basada en la Evidencia" y sin tal demostración de que un tratamiento es seguro y efectivo, es éticamente cuestionable ofrecer un tratamiento al público. Dado que muchas terapias "alternativas", "complementarias" o "integrativas" carecen de este tipo de soporte, uno debe preguntarse porque muchos de otra manera listos consumidores pagan confiadamente considerables sumas de dinero por productos de salud no probados y posiblemente peligrosos. Nosotros debemos además preguntarnos porque las afirmaciones de los practicantes de CAM permanecen tan refractarias a la información contraria.

Si una Terapia no ortodoxa (1) es inadmisible a una evaluación a priori (debido a que sus mecanismos implicados o sus efectos aceptados van en contra de leyes bien establecidas o hallazgos empíricos en física, química o biología); (2) carece de un razonamiento científico aceptable por sí misma, (3) Tiene insuficiente evidencia de soporte derivada de ensayos clínicos controlados; (4) Ha fallado en ensayos clínicos bien controlados realizados por evaluadores imparciales y ha sido incapaz de refutar explicaciones diferentes por las cuales podría parecer que funciona en situaciones cotidianas; y (5) Parece improbable, aún para los profanos en el tema, con base en el "sentido común", entonces porque hay tanta gente bien educada que continua comprando este tipo de tratamientos?.

Consumidores de tratamientos no científicos pueden ser clasificados básicamente en dos grupos. Una vez que un comprador de cualquier grupo prueba un tratamiento no convencional la sensatez se sesga tendiendo a que aún las intervenciones más inútiles parezcan válidas. Integrantes del primer grupo frecuentemente se acercan a la CAM porque ellos sufren de alguna condición crónica que la medicina ortodoxa no maneja a su satisfacción o porque ellos viven con un miedo mórbido a perder su "bienestar". Ellos asumen, erróneamente, que las autoridades competentes han validado los productos de la CAM. Los del segundo grupo escogen tratamientos alternativos por la convicción filosófica animista y la cosmología vitalista de la CAM, la cual rechaza las bases mecánicas y empíricas de la biomedicina científica. La CAM adopta criterios subjetivos y emotivos, mientras que sus detractores exigen evidencia objetiva. Debido a que el concepto de salud de uno mismo se entrelaza con la suposición fundamental sobre la realidad propia, un ataque a las creencias personales en una cura no ortodoxa llega a amenazar la visión metafísica de la persona. En forma inexplicable, esto es resistido fervientemente.

La habilidad de defender la propia visión del mundo es incitada por un número de sesgos cognitivos que filtran y distorsionan la información no concordante. Debo retornar a esos procesos que inclinan los soportes a interpretar equivocadamente aquellas experiencias que sostienen las creencias en la CAM. Pero primero vamos a examinar el entorno cultural que ha adoptado un deseo muy difundido a desposarse con esas prácticas.

RAZONES SOCIALES Y CULTURALES PARA LA POPULARIDAD DE LAS TERAPIAS NO PROBADAS

Varias tendencias han contribuido a la popularidad actual de la CAM, a pesar de (y en algún grado, a causa de) su rechazo por la corriente principal de la ciencia. El resurgimiento de la medicina tradicional puede ser achacado, en gran parte, a remembranzas nostálgicas de la búsqueda neo-romántica de la simplicidad y espiritualidad que permeó la "contracultura" de los 60´s y los 70´s. La niñez floreciente en esa generación ahora forma la columna vertebral del movimiento de la "Nueva Era", el cual entusiastamente promueve la curación no ortodoxa. CAM satisface creencias iconoclastas, anhelos místicos, deseos por tiempos más sencillos e ingenuas creencias en la benevolencia de la "naturaleza" absorbida durante aquellos tumultuosos primeros tiempos. Como entonces, ha beneficiado esta historia la medicina no científica?

Analfabetismo científico. Los estudios consistentemente encuentran que, a pesar de nuestra abrumadora dependencia de la tecnología, el ciudadano promedio del mundo industrializado es espantosamente ignorante de tan siquiera los rudimentos de la ciencia. Consecuentemente, la mayoría de la gente carece del conocimiento para hacer una elección informada cuando deciden si un producto de salud ampliamente solicitado carece o no de fundamento.

Anti-intelectualismo y actitudes anticientíficas obstinadamente sostenidas en misticismo Nueva Era. Como una de las mayores industrias Nueva Era, la CAM comparte la visión mágica del mundo. Defendiendo criterios emocionales para conocer la verdad sobre criterios basados en datos empíricos y lógicos, Los gurús médicos de la Nueva Era como Andrew Weil y Deepak Chopra han convencido a muchos que "todo vale". Aún en instituciones académicas de elite hoy en día, hay fuertes defensores (principalmente en los departamentos de humanidades) de la noción de que la objetividad es una ilusión y el sentimiento de uno acerca de un asunto determina su verdadero valor.
Denigrando de la ciencia, estos detractores han aumentado el interés hacia productos para la salud mágicos y seudo-científicos.
El dualismo Mente-Cuerpo ha saturado el pensamiento Nueva Era, incluyendo la CAM, aunque irónicamente, son los discípulos de la CAM los que acusan a sus críticos científicos de ser dualistas. Que los devotos de la CAM son realmente místicos y dualistas se puede ver en su constante apelación a intermediarios espirituales indetectables para conferir el "bienestar" a aquellos que lo merecen. Esta confusión es necesaria para vender la frecuentemente oída patraña de que la medicina científica subestima los efectos de los procesos mentales en la salud. Reconocidamente, hay efectos psicológicos en la enfermedad, pero su importancia ha sido excesivamente sobreestimada por los promotores de la CAM como Herbert Benson.
Exageraciones de esta clase han promovido el resurgimiento de ancestrales "curas mentales" que aseveran que las causas verdaderas de la enfermedad yacen en la mente, concebida por los seguidores de la Nueva Era como equivalente del alma.Muchas buenas críticas han aparecido recientemente, las cuales exponen la confusión y los artefactos que colman la literatura en espiritualidad y salud.
Otra suposición problemática en la propaganda de salud Nueva Era es que la condición moral propia altera el impacto de las fuerzas naturales en el cuerpo. Aceptando esta visión del mundo antropocéntrica y vitalista, los sanadores alternativos están volviendo al punto de vista pre-científico de la enfermedad como retribución sobrenatural. Es triste decirlo, esto además adiciona culpa a la victima, implícitamente, los pacientes deben haber hecho algo malo para "merecer" sus aflicciones.

Mercadeo vigoroso y afirmaciones extravagantes. De acuerdo con un estudio reciente, solamente en los Estados Unidos, "en 1997 el desembolso total en gastos relacionados en terapias alternativas fue conservadoramente estimado en US $27.0 billones, el cual es comparable con los gastos estimados para el mismo año en servicios médicos." El número anual de visitas a curadores alternativos hoy día excede el número total de visitas a todos los médicos de atención primaria juntos. Con riquezas de esta magnitud para ser tomadas, no es sorprendente que los curadores alternativos se hayan promocionado a ellos mismos a través de un mercadeo agresivo e intensa influencia legislativa. Rutinariamente, las promesas hechas, no las podrían o querrían hacer practicantes éticos entrenados científicamente. Desafortunadamente, la ciudadanía que enfrenta esta engañosa trama está pobremente equipada con las destrezas o la información para evaluar tal hipérbola.

Escrutinio inadecuado de los medios y ataques a los críticos. Con algunas notables excepciones, los medios de comunicación masiva han tendido a dar a las CAM rienda suelta. Sus afirmaciones entusiastas cuentan historias encantadoras que rara vez son rebatidas por los medios, cuyos propietarios saben que desafiar los deseos de sus audiencias lastima los ratings. Otro factor inquietante que desanima a muchos a criticar los tratamientos no científicos es el conocimiento de que muchos de los practicantes de las CAM han sido importados de culturas no europeas y son liderados por mujeres. Así frecuentemente los autopromotores esquivan críticas válidas acusando a sus detractores de racismo y sexismo. Por ejemplo, prácticas científicamente rechazadas como el "toque terapéutico" están siendo adoptadas por muchas escuelas de enfermería. Debido a que estas instituciones están generalmente a cargo de mujeres, los escépticos son asiduamente acusados de sexismo. Del mismo modo cuando un colega y yo criticamos aspectos de la Medicina China Tradicional (TCM por sus siglas en inglés), fuimos acusados de insensibilidad cultural y racismo, y reprendidos por el presunto de criticar la TCM sin ahondar en la filosofía que la concibió. Aceptar esta absurda amonestación habría sido como admitir que alguien que no sea gourmet no puede decir cuando se le ha servido una mala comida. La verdadera actitud sexista y racista sería construir afirmaciones evaluables empíricamente de otras culturas o mujeres postulantes con un bajo estándar de comprobación. Esta debería ser una aserción de inferioridad intelectual. Afortunadamente hay muchos científicos críticos dentro de esas comunidades quienes encuentran las prácticas arcaicas y no probadas tan dudosas como sus colegas hombres blancos.

Malestar social y recelo ante las figuras de autoridad tradicional- La reacción repulsiva anti-doctor. El crecimiento de la desilusión cultural ha fomentado la creencia de que las deficiencias de la sociedad deben ser a causa de complots activos por el poder y cábalas secretas, en vez de, sólo a la acumulación de errores de planeamientos bien intencionados. A medida que las grandes teorías conspiracionistas florecen, se asecha a aquellos sospechosos de atentar contra el bien común. Muchos han comenzado a ver al gobierno y a las profesiones científicas y médicas como parte del complot. Estas cavilaciones conspiracionistas han sido reforzadas por otras dos, no completamente injustificadas, tendientes a promover una repulsión anti-doctor que la CAM ha explotado. Una es la decepción surgida por el fracaso para materializarse de ciertas predicciones demasiado optimistas en los avances de la medicina. La otra es el conocimiento de que la medicina, como profesión auto-regulada, no siempre tiene el bien público en el tope de su agenda política. Esto ha aumentado el recelo social de muchos acerca del estatus, peso político y la opulencia del gremio médico. La inhabilidad de muchos detractores de separar las acciones políticas en beneficio propio por ciertas asociaciones médicas del debate sobre si los tratamientos de la medicina científica son genuinamente mejores que aquellos de las CAM han enriquecido las "alternativas". las CAM además se benefician mostrándose así mismas como la defensoras del ideal democrático de "libre elección." Esto sería loable si los consumidores tuvieran los recursos para hacer una elección informada.

Desagrado por el curso de la biomedicina científica. La CAM ha explotado un muy difundido pero exagerado miedo de que la medicina moderna se ha vuelto excesivamente tecnocrática, burocrática e impersonal. La superespecialización en las ramas de la medicina, la necesidad de maximizar la costo-efectividad en la utilización de servicios onerosos, el advenimiento de pagos a terceras personas para encargarse del manejo, y los prohibitivos honorarios médicos han llevado a algunos pacientes a recordar nostálgicamente los días en donde el afable doctor del pueblo tenía todo el tiempo necesario y la disposición para estar al lado de la cama. Ellos tienden a olvidar, sin embargo, que eso era lo más que un doctor de aquella época podía ofrecer.

Seguridad y efectos secundarios. un pintoresco toque de romanticismo que promueve la salud "holística" es la creencia de que los remedios "naturales" son necesariamente seguros, benévolos y más eficaces que aquellos científicos. Sin embargo, sitios web como <http://www.quackwatch.com/> fácilmente disipan esos mitos. Por ejemplo, se afirma generalmente que los preparados herbales no tienen efectos adversos, sin embargo, de hecho, algunos productos naturales están lejos de ser benignos -reportes de alergias, toxicidad y aún de reacciones mortales se están acumulando. Mala rotulación y contaminaciones serias han sido descubiertas, además el potencial de interacciones adversas con productos farmacéuticos prescritos ha llegado a ser ampliamente reconocido.
Sin embargo, el conocimiento público de estos peligros permanece velado a causa de que el reporte centralizado de efectos adversos de tratamientos alternativos no es exigido. Desafortunadamente, bajo las leyes actuales de los Estados Unidos, el gobierno debe demostrar que los productos herbales o los suplementos son inseguros antes que los proveedores sean forzados a desistir de venderlos. Y cuando los efectos nocivos ocurren, los usuarios tienden a atribuirlos a otras causas porque tocan su creencia de que la benevolente "naturaleza" nunca usaría esos trucos sucios. A los promotores de los productos "naturales" debe recordárseles que el tabaco es muy natural y que las plantas producen algunos de los más letales venenos conocidos. De otro lado, ellos saben que muchos medicamentos comunes en la biomedicina científica fueron originalmente extraídos de las plantas. La diferencia, por supuesto, es que los ingredientes activos de las plantas que llevaron a las drogas a ser aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) fueron identificados, sintetizados y rigurosamente probados en su eficacia y seguridad. Así, a diferencia de los productos herbales, su pureza y dosificación son estrechamente reguladas.

RAZONES PSICOLÓGICAS PARA LA POPULARIDAD DE LAS CAM

Desde hace tiempo los psicólogos han sabido que en términos generales la gente se esfuerza por moldear sus actitudes, creencias y comportamientos acorde a un todo armonioso. Cuando información perturbadora no puede ser ignorada fácilmente, los individuos tienen una gran habilidad para distorsionarla o segregarla para reducir la inevitable fricción. Es a estos giros mentales a los que vamos a referirnos ahora.

La voluntad de creer. Todos exhibimos una disposición a adoptar creencias confortantes y a aceptar, en forma acrítica, información que refuerza nuestro conjunto de actitudes y autoestima. Como sería muy grato si el esperanzador discurso de las CAM fuera verdad, no es sorprendente que ellas a menudo saquen partido de esto, con poca exigencia de evidencia. Una vez introyectadas, esas creencias serán defendidas fervientemente, malinterpretando los datos contrarios cuando sea necesario.

Errores lógicos, falta de juicio y ausencia de grupos de control. Uno de los escollos mas prevalentes en la toma de decisiones diarias es la equivocación al correlacionar causalidad. Todos somos propensos a asumir que si dos sucesos acontecen próximos entre sí, uno debe ser causa del otro, aunque, en forma obvia, no tiene que ser necesariamente ese el caso. Este error lógico esta detrás de la mayoría de las supersticiones. Los testimonios para los ministerios de los curadores alternativos caen en el mismo error garrafal al asumir que cuando la mejoría sigue al tratamiento, este debe haber sido el responsable. El valor de las afirmaciones personales en las CAMs esta limitado a lo que Gilovich ha llamado el problema de "comparado con que?". No puede saberse si cualquier jactancioso tratamiento es efectivo sin realizar comparaciones doble-ciego con controles tratados con placebo. A pesar de que estos testimonios hechos por usuarios carecen de valor, los promotores de la CAM como Andrew Weil ofrecen poco más.
Quienes impugnan tratamientos marginales son frecuentemente objetados por los practicantes de CAM con la respuesta: "No me interesa lo que tus investigaciones digan. He visto mis tratamientos funcionar cientos de veces." Desafortunadamente, esta clase de razonamiento intuitivo conduce asimismo a falsas conclusiones. Estos terapeutas ignoran muchas investigaciones en el área de la "heurística cognitiva" que muestran como atribuciones causales erradas pueden surgir cuando confiamos en observaciones informales para determinar que causa o alivia los síntomas. Es especialmente difícil determinar causa y efecto cuando se evalúan terapias debido a que muchas variables relevantes interactúan simultáneamente- Determinaciones que la observación casual no puede descartar en forma segura.
Por ejemplo, Redelmeier y Tversky mostraron como la gente tiende a percibir correlaciones ilusorias en eventos fortuitos. Ellos demostraron como esas "corazonadas" llevan a creencias falsas, pero muy difundidas, incluyendo el concepto de que los dolores artríticos son influenciados por el clima. Como las CAM derivan sus diagnósticos y tratamientos sólo de esta clase de folclor poco fiable, los clientes potenciales deberían exigir que todos los tratamientos alternativos se basen en los mismos estándares de prueba que los de la biomedicina científica. Al introducir ensayos clínicos controlados y métodos epidemiológicos, los pioneros de la medicina científica esperaron reducir el número de falsas atribuciones de causa que los errores del razonamiento humano pueden producir. Una crítica reciente a estudios que enuncian que varias prácticas religiosas mejoran la salud ofrecen buenos ejemplos de como atribuciones casuales dudosas surgen cuando la necesidad de un simple grupo control es ignorada.

Pensamiento deseoso y "características demandantes." Es común el distorsionamiento en la percepción de la realidad al servicio del dogma. De acuerdo con la teoría de disonancia cognitiva, estrés mental se produce cuando nueva información contradice las actitudes, sentimientos o creencias existentes. Para aliviar la ansiedad, tendemos a distorsionar la información ofensiva, nuestras memorias o ambas. Por ejemplo, La disonancia se podría crear si un individuo no recibe beneficio de un tratamiento alternativo después de "soportarlo" e invertir en él tiempo y dinero. Desde luego, allí habrá una presión fuerte para encontrar algún provecho compensatorio en el tratamiento en vez de aceptar las implicaciones psicológicas de admitir que ha sido un desperdicio. Así, los pacientes de las CAM y sus terapeutas frecuentemente recuerdan cosas como ellos hubiesen querido que sucedieran, en vez de como realmente ocurrieron. Y como los practicantes de las CAM desdeñan el almacenamiento cuidadoso de los registros y los ensayos clínicos aleatorizados, ellos pueden ser selectivos en lo que recuerdan, llevando a una sobreestimación de sus tasas de éxito mientras ignoran o dejan de lado sus fracasos.
De la misma forma, hay muchos prejuicios auto-impuestos que ayudan a mantener la autoestima y a promover un intercambio social armonioso. Un ilusorio sentimiento de que los síntomas de uno han sido abatidos puede ser debido a un número de las llamadas "características demandantes" encontradas en cualquier sesión terapéutica : En todas las sociedades existe una "norma de reciprocidad", una regla implícita que obliga a la gente a responder en forma amable cuando alguien le hace una buena acción. La mayoría de terapeutas quieren sinceramente ayudar a sus pacientes, y es normal que los pacientes quieran complacerlos a cambio. A menos que los clientes necesariamente sepan esto, tales obligaciones (en la forma de demandas sociales implícitas) son suficientes para inflar sus percepciones sobre cuanto beneficio han recibido. Así, controles para estos efectos condescendientes deben ser construidos en los ensayos clínicos.

¿POR QUÉ PUEDEN LOS TERAPEUTAS Y SUS CLIENTES CONCLUIR QUE TERAPIAS INEFECTIVAS FUNCIONAN?

A pesar de que en la vida diaria los términos "enfermedad" y "dolencia" son intercambiables, vale la pena distinguir entre los dos. Yo uso "enfermedad" para referirme a un estado patológico de un organismo. Con el término "dolencia" quiero decir los sentimientos subjetivos de malestar, dolor, desorientación o disfuncionalidad , que acompañan un estado patológico. Nuestra reacción subjetiva a las sensaciones naturales que nosotros llamamos síntomas es, como todas las otras percepciones, una compleja construcción cognitiva. Por si mismas, estas son moldeadas por factores como las actitudes, sugerencias, expectativas, características demandantes, prejuicios autoimpuestos y autodecepción. La experiencia de dolencia también se afecta (frecuentemente en forma inconsciente) por un patrón de ganancias sociales, monetarias y psicológicas que acumulan aquellos que admiten el "rol de enfermo" en la sociedad. Para ciertos individuos, esos privilegios y beneficios son suficientes para perpetuar la experiencia de dolencia después de que la enfermedad ha sido abatida, o aún para crear sentimientos de dolencia en ausencia de enfermedad. A menos que nosotros podamos apartar esos factores que contribuyen a la percepción individual de estar enfermo, los testimonios personales son una pobre base sobre la cual juzgar si una supuesta terapia ha curado en efecto a alguien. Porque entonces, puede alguien erróneamente creer que ha sido ayudado por un tratamiento inerte?

La enfermedad puede seguir su curso natural. Muchas enfermedades son autolimitadas. Así, antes que el poder curativo de una supuesta terapia pueda ser reconocido, debe demostrarse que el porcentaje de pacientes que mejoraron al hacerse el tratamiento exceden la proporción esperada de pacientes que se recuperaron sin intervención alguna (o que consistentemente se recuperaron mas rápido). Salvo que los terapeutas no convencionales muestren registros detallados de éxitos y fracasos en un número suficientemente grande de pacientes con la misma queja, ellos no pueden afirmar que han excedido las normas para una recuperación espontánea.

Muchas enfermedades son cíclicas. Por ejemplo, la artritis, esclerosis múltiple, asma, alergias, migrañas y muchas quejas dermatológicas, ginecológicas y gastrointestinales habitualmente tienen sus "altos y bajos." No es sorprendente que quienes las sufren tiendan a buscar terapia durante los empeoramientos de cualquier ciclo dado. En consecuencia un tratamiento ficticio tendrá repetidas oportunidades para coincidir con una de las mejorías que habría ocurrido de todos modos. Sin estudios clínicos aleatorizados, tanto los consumidores como los vendedores están propensos a malinterpretar mejorías debidas a variaciones cíclicas normales como efectos terapéuticos válidos.

El efecto placebo. La principal razón para que los remedios dudosos sean acreditados con mejorías subjetivas y ocasionalmente objetivas es el ubicuo efecto placebo. La historia de la medicina esta plagada de ejemplos en los cuales, en retrospectiva, terapias que ahora parecen descabelladas fueron entusiastamente aceptadas por médicos y pacientes por igual. Estos conceptos erróneos surgieron de la falsa suposición de que los cambios en los síntomas que seguían un tratamiento debían haber sido una consecuencia específica de dicho procedimiento. A través de una combinación de sugestión, esperanza y reinterpretación cognitiva, pacientes a quienes se les da tratamientos biológicamente inefectivos con frecuencia pueden experimentar mejoría subjetiva; en consecuencia, la necesidad de controles placebo que los practicantes de las CAM invariablemente rehúsan a instituir en lugar de sus encuestas de satisfacción a clientes.
Muchos de los tratamientos de las CAMs, aún cuando son incapaces de afectar la enfermedad en sí misma, la hacen más soportable, pero por razones psicológicas. El dolor es un ejemplo. Las Clínicas del dolor modernas muestran que el sufrimiento puede frecuentemente ser disminuido por medios psicológicos, aún si la patología subyacente permanece sin cambios.
Cualquier cosa que pueda mitigar la ansiedad, desviar la atención, disminuir la excitación, adopta una especie de control, o lleva a reinterpretación cognitiva de los síntomas que puede aliviar el componente agónico del dolor. Esto es obviamente benéfico si los pacientes sufren menos, pero debemos ser cuidadosos de que el puro alivio sintomático no aparte a la gente de remedios probados para la condición subyacente hasta que sea demasiado tarde para que sean efectivos
. Es importante que, los procedimientos enfocados solamente a aliviar los síntomas nunca deban preceder los exámenes diagnósticos apropiados y al menos a un razonable diagnóstico diferencial provisional
Debido a que el poder de la esperanza y los efectos de complacencia son muy fuertes, tanto terapeutas como pacientes deben ser "ciegos" con respecto al estatus de tratamiento activo versus placebo. Tales precauciones son necesarias debido a que en forma no intencional, señales apenas perceptibles, son transmitidas por los proveedores del tratamiento "no ciegos", que pueden influir los resultados de los ensayos. Así mismo, aquellos que evalúan los efectos del tratamiento deben ser ciegos, hay una gran cantidad de literatura sobre "sesgos experimentales" que muestra que profesionales escrupulosos y bien entrenados pueden inconscientemente "leer" los resultados que ellos esperan cuando están evaluando efectos complejos.
Los defensores de las CAMs usualmente se quejan de que la medicina convencional continúa utilizando muchos tratamientos que aún no han cumplido adecuadamente con estos estándares. Esto puede ocurrir en algunas instancias, pero el porcentaje de estas dilaciones es tremendamente exagerado por las "alternativas". A cualquier tasa, estas acusaciones hacen nada por mejorar la credibilidad de la CAM, Por el solo hecho de defender que "son tan malos como nosotros" no se ofrece evidencia positiva a favor de sus propias creencias. La diferencia crucial entre la biomedicina científica y las CAM es que, al contrario de las "alternativas", la medicina científica esta institucionalmente comprometida a despojarse de tratamientos que fallan al pasar revista, y no se aferra a procedimientos y teorías que contradicen las ciencias básicas.

Remisión espontánea. Cualquier cura reportada en forma anecdótica puede ser debida a una rara pero no imposible "remisión espontánea." Aún con cánceres que casi siempre son letales, algunos tumores ocasionalmente desaparecen sin tratamientos adicionales. Un experimentado oncólogo reportó que ha visto 12 de tales eventos en cerca de 6,000 casos que ha tratado. Los terapeutas alternativos pueden recibir alabanzas inmerecidas por aquellas remisiones debido a que muchos pacientes desesperados acuden a ellos con un sentimiento de que no tienen nada que perder. Cuando los "alternativos" publicitan estos eventos, raramente revelan que porcentaje de su aparentemente terminal clientela esta representada por esas felices excepciones. El mecanismo exacto responsable de las remisiones espontáneas aún no está bien dilucidado, pero muchas investigaciones están siendo dedicadas a revelar y posiblemente esclarecer los mecanismos responsables de estas recuperaciones inesperadas.

Somatización y miedo a perder el "bienestar". Mucha gente puede ser inducida a pensar que sufre de enfermedades que no tiene. Cuando esas personas saludables reciben de médicos ortodoxos la singularmente indeseable noticia de que no tiene indicios de enfermedad, ellos frecuentemente se apoyan en practicantes alternativos, quienes siempre pueden encontrar algo que tratar. Si la "recuperación" se lleva a cabo, otro converso ha nacido. Los sanadores alternativos también abastecen la "fuente de la preocupación" que mora en quien padece síntomas leves y cree que ellos deben tomar precauciones elaboradas para evitar perder su buena salud.
Hay muchas quejas físicas que pueden tanto ser provocadas por estrés sicosocial como ser aliviadas al tranquilizar y dar soporte
. A primera vista, estos síntomas (Que en ocasiones son llamados "psicosomáticos", "histéricos" o "neurasténicos") se parecen a algunos de síndromes médicos reconocidos. Son sin embargo, ejemplos de somatización, la tendencia a expresar preocupaciones psicológicas en un lenguaje de síntomas corporales.Aunque hay muchas "ganancias secundarias"(Ej. Recompensas psicológicas, sociales y económicas) que se acumulan en quienes se deslizan dentro del "papel de enfermo" en este sentido, necesitamos no acusarlos de fingirse enfermos voluntariamente para señalar que sus síntomas son no obstante engendrados y aliviados por procesos sicosociales sutiles. Las CAM ofrecen tranquilidad a aquellos individuos que necesitan creer que sus síntomas tienen causas médicas en vez de psicológicas (aunque, paradójicamente, Las CAM enseñan que todas las enfermedades provienen de lapsos mente/espíritu). Con la ayuda de aparatos diagnósticos seudo-científicos, practicantes marginales refuerzan la convicción del somatizador de que el establecimiento médico de corazón frío y mente estrecha, el cual no puede encontrar nada físicamente errado, es tanto incompetente como injusto en rehusar reconocer una condición orgánica muy real. Obviamente es valioso cuando "sanadores" acientíficos suministran la certeza, sentido de pertenencia y soporte existencial que sus clientes realmente están buscando, pero proveer esto no deben ser ajeno a los practicantes científicos, quienes tienen mucho más que ofrecer.

Los clientes de las CAM no comprometen sus apuestas. En un intento por atraer más clientela , muchos sanadores no ortodoxos han comenzado a llamarse a ellos mismos "complementarios" o "integrativos" en vez de proveedores "alternativos". En lugar de asistir primariamente al compromiso ideológico o a aquellos a quienes han dicho que la medicina convencional no tiene más que ofrecer, los "alternativos" han comenzado a darse cuenta de su habilidad para asirse a tratamientos científicos. Ellos aceptan que los practicantes ortodoxos pueden aliviar síntomas específicos pero que la medicina alternativa trata la causas reales de la enfermedad - imbalances dietarios dudosos y sensibilidades ambientales, campos energéticos perturbados, o aún conflictos no resueltos de encarnaciones pasadas. Si la mejoría sigue al tratamiento conjunto científico-"complementario" los practicantes marginales exigen y frecuentemente consiguen, una desproporcionada parte del crédito.

Errores diagnósticos. Los médicos entrenados científicamente no afirman infalibilidad, y los diagnósticos equivocados, siguen un viaje al sepulcro; un sanador alternativo, o herbalista puede conducir a un deslumbrante testimonio de una grave enfermedad que nunca existió. En otras ocasiones, el diagnóstico puede ser correcto pero la predicción temporal de su curso ser inexacta. Si un paciente con una enfermedad terminal es sometido a tratamientos alternativos y sucumbe tiempo después de lo que había predicho el médico convencional, el procedimiento alternativo puede recibir el crédito por haber prolongado la vida cuando, de hecho, la discrepancia fue solamente debida a un indebido pronóstico pesimista.

Beneficios derivados. Los curadores alternativos habitualmente tienen personalidades carismáticas y entusiastas. Los pacientes deslumbrados por los aspectos mesiánicos de las CAM pueden experimentar un enaltecimiento psicológico que puede intensificar los efectos placebo y engendrar otros aspectos benéficos. Elevando la moral de los pacientes y sus expectativas se puede motivar gran cumplimiento con, y de ahí la efectividad de, los tratamientos ortodoxos en curso. Estos beneficios secundarios pueden además llevar a los pacientes a mejorar sus hábitos dietarios y de sueño y a ejercitarse y socializar mas. Estos cambios, por sí solos, pueden ayudar a la recuperación natural, o al menos, hacer que el tiempo de convalecencia sea mejor tolerados. Efectos psicológicos indirectos de este tipo pueden además reducir el estrés que se ha demostrado que tiene efectos deletéreos en el sistema inmune. Quitando esta carga adicional se puede acelerar la recuperación, aún si no es un efecto específico de la terapia.

CONCLUSIONES

Los clientes potenciales deben averiguar si un tratamiento alternativo que ellos están considerando está soportado por investigaciones publicadas en revistas médicas cuyos procesos de revisión se esfuerzan por eliminar artefactos experimentales que llevan a falsas impresiones de curas. Aún así, debido a que cualquier hallazgo único puede siempre ser debido a una variable de confusión no detectada o a una casualidad estadística, la reproducción de los descubrimientos en forma independiente es esencial. Si una publicación sostiene haber cumplido con los anteriores criterios, los clientes deben siempre sin embargo revisar la dimensión del efecto del tratamiento reportado, hay muchos "efectos verdaderos pero triviales" que son estadísticamente significativos pero demasiado pequeños para ser útiles clínicamente. Uno debe ser escéptico si, en lugar de ensayos aleatorizados controlados, la "evidencia" consiste en anécdotas, testimonios, panfletos o libros auto-publicados. La documentación de soporte debe provenir de publicaciones científicas imparciales en vez de revistas de propiedad de los promotores de las prácticas cuestionables o de las "revistas de vanidades," las cuales aceptan virtualmente todas las sumisiones y cobran una tarifa a los autores por publicarlas.

Los clientes deben ser incrédulos hacia cualquier practicante que
(1) es ignorante u hostil hacia la corriente principal de la ciencia; (2) no puede proporcionar una explicación razonable para sus métodos; (3) usa jerga promocional enlazada a alusiones de fuerzas espirituales y energías vitales o a planos inciertos, vibraciones, imbalances y susceptibilidades; (4) asegure poseer ingredientes o procesos secretos; (5) apele a conocimientos ancestrales y a "otras formas de conocimiento"; (6) afirme "tratar a la persona como un todo" en vez de enfermedades órgano-específicas; o (7) declare ser perseguido por la vieja guardia y aliente acciones políticas en su nombre, o esté presto a atacar o demandar a sus críticos en vez de responder con investigaciones válidas
. Los practicantes con grados de instituciones no acreditadas o quienes venden sus propios preparados en sus oficinas y enfatizan la necesidad de visitas frecuentes "para mantenerse bien" son también una causa de preocupación. La presencia de literatura seudo-científica y conspiracionista en la sala de espera debe poner a un pensador lúcido a buscar la puerta de salida. Y, sobre todo, si los resultados prometidos van más allá de aquellos ofrecidos por los terapeutas convencionales y afirman que no hay efectos adversos, la probabilidad es de que uno esta tratando con un charlatán.

En pocas palabras, si algo suena demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea.

Cuando la gente se enferma, cualquier promesa de cura es seductora. Como resultado, el sentido común y la disposición a exigir evidencia son fácilmente suplantadas por una falsa esperanza. En este estado vulnerable, la necesidad de una evaluación crítica de las opciones terapéuticas es más- en vez de menos- necesaria. Quienes todavía piensan que pueden permitirse aventurarse en la mercadería de los remedios no probados deben llevar en mente el sabio consejo de Goethe: "Nada es más peligroso que la ignorancia activa"

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